EL ENÓLOGO DE LUSTAU ES ELEGIDO POR TERCERA VEZ CONSECUTIVA“MEJOR ENÓLOGO DE VINOS GENEROSOS DEL MUNDO” Y OBTIENE EL “LEN EVANS” TROPHY
El año 2011 quedará grabado de manera indeleble en la memoria de la bodega Lustau y en la de su enólogo, Manuel Lozano.
Si hace escasas fechas cuatro vinos de esta firma jerezana eran elegidos entre los seis mejores de la D.O. Jerez y Manzanilla, ahora es Manuel Lozano quien saborea las mieles del triunfo. Un triunfo que conoce muy bien, ya que es el tercer año consecutivo en que se alza con el máximo galardón en la International Wine Challenge de Londres.
El hotel Hilton Park Lane de Londres fue, como en años anteriores, el lugar en el que se dieron cita casi un millar de personas entre organizadores, periodistas y representantes de las bodegas nominadas. En el caso de Manuel Lozano la clave para la concesión de este galardón fueron, sin duda, las veinticinco medallas (diez de ellas de oro) que sus vinos, los vinos de Lustau, obtuvieron en la edición 2011 del citado concurso. Ello hizo inclinar la balanza a favor del enólogo jerezano, en detrimento de Humberto Jardim (Henriques & Henriques, Madeira) y Charles Symington (Symington Family Estates, Oporto).
Al ya mencionado premio como Mejor Enólogo hay que unir este año el Len Evans Trophy, que distingue al productor que demuestra la trayectoria más consistente durante los cinco últimos años. Durante ese período de tiempo los vinos que elabora Lozano cosecharon un centenar de medallas, lo que sin lugar a dudas deja bien clara la constancia y calidad de su labor.
El enólogo es pieza clave para la elaboración de vinos en nuestra región. Tanto el jerez como la manzanilla pasan un mínimo de tres años envejeciendo en las bodegas, pudiendo superar en ocasiones la treintena. Por ello, el trabajo en la misma cobra más importancia que en otras regiones vinícolas, donde la combinación de diferentes variedades de uva o su terruño de procedencia tienen más valor. Manuel Lozano, responsable de los vinos de Lustau desde hace una década, ha sabido respetar la tradición de sus predecesores y dotar a sus jereces de una personalidad que les ha granjeado el reconocimiento mundial.