El pasado Jueves 27, cerró sus puertas por este año MadridFusion y con él la apuesta del vino, o como ellos mismos han llamado “la isla del vino”, Enofusion.
ENOFUSIÓN, en esta su primera edición, se ha convertido en una apuesta seria y de largo recorrido, la sombra de uno de los congresos gastronómicos más importantes del mundo es larga y cobija a todo el que se arrima. Claro está que para que esto sucediera tenía que haber una apuesta seria y en este caso la había. Seria y experimentada.
Por un lado, y lo más llamativo, las presentaciones, catas y seminarios que han tenido lugar. Congresistas de relumbrón, presentaciones y catas de marcas míticas (Isabel Mijares, Victor de la Serna, Cristina Alcalá, José Peñin, Andres Proensa, José Luis Murcia, Alvaro Palacios, Peter Sisseck, Rafael Rey… y un largo etcétera. Realmente una isla en la que el vino y sus profesionales han sido los protagonistas.
Mención aparte merece el ENOBAR. Nada nuevo en otros sitios, pero con mejor servicio y los vinos de muy buen nivel, en su temperatura correcta detalle importante que no siempre se cumple, sobre todo con los blancos y los rosados.
Obviamente, vinos comerciales pero salvo algunas excepciones todos excelentes. Como el sitio y el momento son los que son, quien acude a catar son todos profesionales, unos más conocidos y otros menos, pero sin duda con el paladar bien afinado. Lo que sin duda obliga a las bodega a llevar vinos que estén en su momento óptimo (como pueden leer, no hablo de precios) aun así te sigues encontrando algún despistado con muy buena intención, pero que tal vez no esté a la altura del resto.
La información que la organización ofrece sobre cada uno de los vinos, es muy completa, incluyendo menciones y premios, donde la palabra del omnipresente Parker sigue siendo importante para muchos, que ya solo con ver 92 puntos Parker se predisponen a encontrar lo mejor de lo mejor, y no siempre es así… Los puntos de Parker, de Peñin, Proensa o los míos propios, sean de quien sean son subjetivos, aunque normalmente hay coincidencia con los grandes vinos, punto arriba, punto abajo. Si bien yo siempre me planteo cuando cato un vino, si ese vino es el que se está comercializando o son unas botellas que no se corresponden con el total del lote… Hoy pasaba esto con un 92 Parker. Yo no le he dado mas de 88 (que esta muy bien) pero… no 92. Seguía catando y enfrente han llegado 3 catadores y en cuanto han visto la reseña de los 92… se han lanzado a este vino. Al principio todo alabanzas, hasta que han bailado la copa y el vino ha desprendido el tufo de pimiento verde… después a la boca y el vino ha quedado como un juguete roto, no porque fuera malo, si no porque no había cubierto las expectativas en base a la puntuación. Puede que fuera solo esa botella, pero si yo tuviera una bodega y envío mi vino a un evento como este, pediría un mínimo control de un profesional en el descorche que sea capaz de detectar cualquier problema con el vino.
Dicho esto, mi felicitación a Vicente Sanchez Migallón y Enopassion, por la iniciativa y su perfecta ejecución.
Espero que el 2012 vuelva con una iniciativa que sin duda ha despertado el interés del sector. Solo falta que ahora bebamos más vino, que es como de verdad se incentiva a los productores y elaboradores.
Joaquín Parra Wine Up!