Ésta tercera edición y primera anual, contiene, al igual que las anteriores, una entrevista a un personaje, alguien relevante en el mundo del vino.
Con la guía anual, he querido entregar reconocimientos a aquellos vinos que superan los 90 puntos, pensé que igual reconocimiento se merecían algunos profesionales en el mundo del vino.
El momento en el que me planteé hacer un “nombramiento”, éste tenía que ser único y al igual que la vocación de ésta guía, debía ser alguien con carácter universal como personaje del vino. El primero lo tenía claro, tenía que ser Charlie Arturaola.
Hace tiempo que lo conozco, pero su humanidad y bonhomía hace que parezca que lo conozca de toda la vida, que aprendí de él. Es esa extraña virtud que tienen pocas personas (por desgracia) que hace que desde el primer contacto se cree un vínculo y afinidad especial. Alguien de quien siempre quieres aprender, con quien siempre te apetece conversar.
Y esa es la cuestión principal, APRENDER. Todo aquel que se acerque a Charlie está aprendiendo de vino, de vivencias (el vino son ambas cosas). Yo que tengo tendencia a asemejar vinos y personas, Charlie es como ese gran vino, del que sabes que puedes disfrutarlo en contadas ocasiones, pero que cualquier momento sería bueno para beberlo.
Hay una frase que me gusta repetir y que en cierto se le puede aplicar a Charlie: Quien lee mucho y viaja mucho, ve mucho y sabe mucho.
Cuando publiqué mi manual de cata ¿Es bueno éste vino?, él se ocupó de escribir el prólogo. Sus palabras están impregnadas de conocimiento, de viajes y vivencias. En definitiva, de experiencias. Todo lo que un buen catador de vinos necesita, experimentar en el terreno. Las academias son importantes, pero como bien dice Charlie y yo comentaba no hace mucho en las redes sociales… la ciudad es el centro de todo, pero el origen, el génesis está en el campo, en las zonas rurales, y desde ahí nace ésta guía.
Les dejo con la entrevista que sin duda, está cargada de titulares, de la sabiduría que solo se adquiere con la experiencia.
Joaquín Parra: El vino, forma parte de tu modus vivendi. ¿Entenderías la vida sin el vino?
Charlie Arturaola: A estas alturas de mi vida, no, NO LA ENTENDERÍA. Hoy me doy cuenta, que desde que salí a mis 20 y cortos años, se me ha ido la vida en el vino. Aprendiendo, escuchando, buscando nuevos vinos y precios… leyendo notas de catas de todos los grandes del vino mundial (tasting notes). Hoy por hoy me dedico a enseñar sobre el vino, a catar de forma freelance, a elegir vinos para importadores en WEST Canadá, New York, Pensilvania, Texas… a dar cátedras sobre mi vida en el vino. Todo ello, en 5 idiomas!. Escribo en algún blog que otro cuando puedo, a ser juez internacional, a servir como evaluador, entre tanto, he ganado un trofeo como comunicador mundial. Presentador de TV ocasional y ahora como actor… todo ello por y para una botella de vino. Es increíble!!
JP: Hay gente que se piensa que el sector del vino es como cualquier otro… que basta con leer un par de libros y hacerse una foto bebiendo 3 marcas de referencia para darse por “conocedor”. ¿Qué opinas del intrusismo? ¿Ayuda al vino que haya muchas voces aunque éstas no estén cualificadas?
CA: Ayudar ayudan todos, a veces molesta ver cómo lo hacen algunos nuevos paladares, o cómo vienen de otras industrias con grandes pretensiones… hay que añejarse, envejecer en el sector! Tal como el vino lo hace en una cava….
Hay quienes piensan que con un diploma ya es suficiente, pero no lo es si no hay fibra de comunicador. Transmitir el vino no es para todo el mundo…. creo que cuantos más Masters tenemos, más nos alejamos de lo verdadero! la esencia del vino!!. Hay que buscar quien tiene pasión verdadera por el vino, de la industria, de la profesión…….teóricamente hay muchos fenómenos, pero yo me he dormido en más de una clase! Peor aún, de una cata.
JP: En según qué circunstancias de la vida, nos vemos obligados a elegir. ¿Qué prefieres, un gran vino con fast-food o alta gastronomía con agua?
CA: Un gran vino con fast-food. Hasta con un consomé, un poquito de madeira o jerez es bienvenido. No recuerdo haber tomado agua con alta gastronomía. No saldría a la calle si estoy con gripe… la cuestión es beber al menos una copa de vino, aunque sea con una hamburguesa, y cómo no!! con una pizza, un tinto Sangiovesse o tempranillo. Me encanta.
La comida china también la disfruto con vinos como el Carmenere chileno o un buen filete de Kobe o Wagyu con una copa de tannat.
JP: Un buen “catador” necesita entre otras, aunar 3 virtudes: Memoria, Olfato y Conocimientos. Si esto lo llevamos a un sumiller, ¿qué otras virtudes son necesarias para convertirse en un maestro?
CA: Es muy complejo, la maestría cuesta años y no todo el mundo la consigue. Esta pregunta me permite recordar la diferencia entre un sensei y un sempai (Japón). Los discípulos no se consiguen pronto, a veces hasta pueden pasar 20 años. Hay que aunar muchas virtudes, y esto es algo que se está perdiendo en la juventud de hoy!!
Primordial…
Si deseas leer la entrevista al completo, por favor, descarga la guía de vinos Wine UP en el siguiente enlace o haciendo click en la imagen del premio: