La Denominación de Origen Protegida Jumilla destaca una vez más en el panorama internacional con la visita de 21 expertos globales, un evento que ha resonado en las redes sociales de @VinosJumilla y la entidad The Old Vine Conference. Este encuentro subraya la importancia de preservar el legado del viñedo viejo de Jumilla, cuna de algunos de los vinos más exquisitos del mundo.
El foco de esta visita fue “Suelos para sobrevivir”, un proyecto que explora cómo los suelos de la DOP Jumilla han sido fundamentales para la supervivencia de viñas centenarias, a menudo cultivadas en pie franco. Se realizó un meticuloso estudio de suelos en cuatro viñedos históricos, revelando las cualidades excepcionales que propician la producción de uvas de calidad superior bajo condiciones climáticas extremas. Los hallazgos demostraron la relación intrínseca entre los suelos de Jumilla, las viñas ancestrales y los vinos prestigiosos de la región.
Los especialistas fueron acogidos en Bodegas Viña Elena, donde disfrutaron de la hospitalidad de La Casa de los Abuelos y degustaron la selecta colección Bruma. La jornada continuó en Bodegas Juan Gil, con una cata dirigida por la periodista Amaya Cervera y la Máster of Wine Sarah Jane Evans, que culminó con una cena en Bodegas El Nido, saboreando añadas legendarias de Clío y El Nido.
El itinerario prosiguió con la exploración de viñedos singulares y catas verticales que destacaron la diversidad y riqueza de los suelos de Jumilla. La conferencia en el Museo del Vino, con ponencias de expertos como Sarah Abbott y Rocío Gil Muñoz, profundizó en la necesidad de proteger estas viñas valiosas y adaptarlas al cambio climático.
El evento concluyó con una degustación de más de cien vinos de la DOP Jumilla, consolidando la reputación de la región como un enclave único para la viticultura de calidad. Los asistentes regresaron a sus países convertidos en embajadores de la singularidad y el carácter distintivo de los vinos de Jumilla.
La DOP Jumilla, con su historia vitivinícola milenaria y su viñedo viejo que representa más del 12% de su superficie, se erige como un bastión de la viticultura ecológica gracias a su clima y suelos calizos. La variedad Monastrell domina este paisaje vitícola, reflejando la adaptación y la resistencia de estas viñas frente a los desafíos del tiempo y la naturaleza.