Hoy, 9 de agosto, se ha iniciado la campaña de vendimia en las bodegas de la DO Binissalem. Aunque las fechas de inicio son las habituales para las variedades de uva más tempranas como Chardonnay o Moscatel, este año la vendimia se ha iniciado con la variedad Syrah, una partida de uva destinada a la elaboración de un vino rosado, entraba esta madrugada en la Bodega Santa Catarina de Sencelles.
Se prevé que, a partir de la próxima semana, el resto de bodegas se vayan sumando, progresivamente, en función del grado de maduración de las diferentes variedades de uva. Mientras tanto, los técnicos del Consejo Regulador realizan las inspecciones anuales en los viñedos y las correspondientes auditorias de vendimia en las bodegas para comprobar que se cumplen los requisitos del Pliego de condiciones de la DO Binissalem.
En relación a la campaña, cabe destacar que este año tampoco nos hemos librado de las olas de calor, tres hasta la fecha, con duraciones prolongadas. Las temperaturas máximas han rozado, o incluso superado, los 40ºC y las mínimas nocturnas también han sido elevadas, registrándose anomalías de +2ºC sobre las medias. Un calor extremo que se viene repitiendo en cada campaña. Cabe destacar que esta última semana, el calor nos ha dado una tregua y, se han normalizado las temperaturas manteniéndose, durante unos días, en la media, o incluso por debajo de las medias normales, para la época del año.
Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), los meses de marzo y abril tuvieron un carácter muy cálido en Baleares con anomalías térmicas de 1,4 y 0,8 ºC, respectivamente. Con este inicio de la primavera y con la experiencia de las campañas anteriores, el pleno del Consejo Regulador, en mayo procedió a la autorización del riego. Si bien mayo y junio tuvieron un carácter húmedo, junio ya se manifestó como un mes Muy Cálido con una anomalía de 1,1 ºC. De cara al verano se preveían olas de calor prolongadas e intensas, que se han cumplido. Cabe tener en cuenta que, a pesar de las reservas de agua en el subsuelo, las elevadas temperaturas provocan una pérdida de agua muy importante por evapotranspiración que obliga, en algunos viñedos, a realizar aportaciones de agua a dosis moderadas para garantizar el funcionamiento del metabolismo vegetal y el desarrollo, maduración y calidad del fruto.
Por otro lado, debido a las elevadas temperaturas y el carácter seco de la climatología, las plagas no son, de momento, las protagonistas de esta campaña.
La tipología de suelos de la comarca de la DO Binissalem, con gran cantidad de elementos gruesos, permiten un buen drenaje que, junto con las prácticas de cultivo y la orientación de los viñedos, son factores claves para minimizar los efectos provocados por las condiciones meteorológicas. Cabe destacar que las variedades locales, por lo general, tienen muy buena respuesta a las condiciones climáticas propias de la zona a las que están bien adaptadas, permitiendo obtener vinos de calidad con características diferenciales y singulares de la DO Binissalem.
Los viticultores disponen de la tecnología y los conocimientos técnicos para monitorizar las necesidades de las cepas y trabajar para minimizar los efectos provocados por el cambio climático, que son cada vez más evidentes, con irregularidad del régimen de lluvias y oleadas de calor más frecuentes y de mayor duración. Un año más realizarán algunas prácticas como: vendimias antes del amanecer, enfriamiento de las uvas antes de ser procesadas… para garantizar la calidad de los vinos elaborados.Para iniciar la vendimia, los viticultores valoran el grado de maduración idóneo, es decir, tanto la concentración de azúcares como la maduración fenólica, que determinará el momento óptimo en función del vino al que se destine esa uva, parámetros condicionados por la disponibilidad de agua y la temperatura ambiental. Si bien, cabe esperar el momento idóneo para vendimiar, deben valorarse muchos otros parámetros que no pongan en riesgo la calidad de la uva y garanticen la cosecha. Las previsiones de producción son buenas para esta campaña, los viticultores coinciden en que: “hay más uva, y que esta presenta un estado sanitario muy bueno”. Queda esperar como se desarrolla la meteorología del mes de agosto y septiembre, para permitir una vendimia tranquila, alcanzando la calidad deseada en el fruto y por ende en los vinos.