Año de nieves, año de bienes, así reza el refrán español para referirse al beneficio de la nieve en el campo, sobre todo en cultivos leñosos como la viña.
La nieve, además del agua, tiene efectos cicatrizantes, insecticidas y fungicidas.
Los beneficios son varios, aunque también hay riesgos.
Por un lado, casi lo más importante: La nieve no es más que agua en estado sólido por la temperatura, por lo que la nieve crea un manto que cubre toda la tierra y al ir licuándose va penetrando de una forma lenta y homogénea impregnando todas las capas. La nieve sumada a las lluvias que han de llegar hasta el momento de la brotación crea buenas reservas que facilitará vigor en la planta.
Si la viña está podada nieva, el frío actua de cicatrizante en los cortes de la poda, así evitamos que puedan entrar enfermedades a la vid.
Otro beneficio importante es que el frio (hielo) hace de fungicida, extermina los pequeños insectos que puedan vivir anidados en la corteza de la cepa, por lo tanto, la planta estará completamente limpia en el momento de la brotación.
Riesgos:
Frio extremo: Si la nieve cubre la cepa y el frío es extremo puede haber problemas de supervivencia para la propia planta.
El momento de la nevada: No siendo habitual, las nevadas pueden llegar en el mes de abril cuando la planta ha brotado, echando a perder la producción de ese año, obligando a una poda muy exhaustiva para recuperar brotes sanos de la planta para años venideros.
©Joaquín Parra Wine Up! 2021
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