Experiencia enogastronómica del Wine Up Tour en taberna El Bandido de Zaragoza

Según pasan los años, tengo que mirar las veces que el Wine Up Tour ha estado en Zaragoza (7). Seis de ellas, con Michael Cooper, de tiendas Coopervinos como cicerone. El viaje es largo desde Tomelloso, pero merece la pena ya que suelo hacer siempre el mismo recorrido: entrar por Calatayud y salir por Cariñena, aprovechando como no puede ser de otra forma, para disfrutar de sus paisajes y de vez en cuando de sus bodegas.

Este año la propuesta del Wine Up Tour me llevó a la taberna El Bandido, emblemática y con un buen número de adeptos que son auténticos winelovers. Esos que exigen buenos vinos y con la comida, lo mismo.

La cena pintaba bien y terminó, doy fe, mejor aún.

Ensaladilla tradicional “el bandido” con ali oli de estragón y anchoas con Viñas del Vero Chardonnay 2017 de Viñas del Vero (D.O. Somontano). Puede que de todos los platos fuera el más complicado para armonizar, por la anchoa, el alioli… aun así, Viñas del Vero Chardonnay es un vino intenso, con buena acidez y estructura suficiente para acompañar el plato. Aparte, destacar los aromas que sobresalían en retrogusto. Una buena propuesta de “maridaje” para el verano, sin duda!

Canelón relleno de delicias del mar con Martín Códax 2017 de Bodegas Martín Códax (D.O. Rías Baixas). Que tiene el albariño Martín Códax que le llama tanto el mar. Aún recuerdo los aromas de marisco que envolvían la sala. No todos los vinos tienen la capacidad suficiente para acompañar un plato tan potente de sabor pero Martín Códax es un valor seguro. Catamos el 2017 pero podíamos haber descorchado el 16, 15, 14, 13… siempre con el mismo resultado: excelencia.

Arroz meloso trufado de setas y hongos con Conde Valdemar Finca Alto Cantabria 2017, viura fermentado en barrica de Bodegas Valdemar (D.O.Ca Rioja). A priori, podría ser una armonía complicada para un vino blanco, pero no hablamos de cualquier vino. El blanco fermentado en barrica de Bodegas Valdemar aglutina todas las virtudes de un vino blanco con la boca e intensidad de un buen tinto, con la virtud añadida de la frescura que nos aporta. Para este plato, el resultado fue sublime.

Chipirón relleno de manitas de cerdo en su jugo con Finca Moncloa 2014 de Finca Moncloa (Vino de la tierra de Cádiz) Aquí vamos con un mar y montaña en el plato y casi en el vino. Finca Moncloa se ubica en Arcos de la Frontera, en la ruta de los pueblos blancos pero con influencia atlántica. González Byass recupera la tradición de elaborar vinos tintos en Cádiz y lo hace por la puerta grande. Tanino pulido, frescura gracias a su acidez y con persistencia alta. Sin duda, perfecto para acompañar el chipirón relleno de manitas de cerdo.

Bacalao ajoarriero a nuestro estilo con Bisiesto Cabernet 2012 de Bodega Soledad (D.O. Uclés). Me confieso apasionado del bacalao, y este doy fe que estaba bien elaborado y en su punto de sal (sabroso, para mí perfecto pero no apto para los que comen sin sal). Esta circunstancia puede influir en el vino, pero Bisiesto Cabernet sorprende por su intensidad de aromas y al mismo tiempo la sedosidad en boca. Un vino que entra como un guante, sin duda, la mejor opción de la noche para el bacalao.

Mini hamburguesa de gallina trufada con cebolla caramelizada y queso brie con Conde Valdemar Reserva 2011 de Bodegas Valdemar (D.O.Ca. Rioja). Hablar de Conde Valdemar Reserva es hacerlo de uno de los mejores reservas de España, y no lo digo yo, lo dice un buen amigo a quien admiro: Juan Fernandez Cuesta, crítico de vinos de ABC. Está bien asociar el vino a una hamburguesa (que he de decir que estaba exquisita).

Solomillo de ibérico a la brasa, ajetes y salsa de pimienta verde con Verum Tempranillo Reserva de Familia 2010 de Bodegas y Viñedos VERUM (Vino de la tierra de Castilla). Terminamos con un vino de 2010 que se muestra fresco, entero, cargado de fruta roja y toques torrefactos que acompañan a la perfección a la carne a la brasa. Para repetir!! Un vino con el que continuaría con una selección de quesos y dejaría para la sobremesa.

Para los amantes del dulce, terminamos con un arroz con leche y canela. Al probarlo, solo me salió una frase… que rico está!! Como el que hacía mi madre.

Esta es una nueva experiencia del Wine Up Tour en Zaragoza. Como siempre, agradecer a las bodegas que apuestan por el Wine Up Tour como medio de dar a conocer sus vinos. Al restaurante, por su trabajo en cocina y sala para hacernos disfrutar y por supuesto, cuando hablo de Zaragoza, gracias a mi amigo Michael Cooper, propietario de las tiendas Coopervino y sus “vinos del viento”.