Un viaje en el tiempo y la distancia. El vehículo: Los vinos de Bodegas Verum, el conductor, su enólogo: Elías López Montero

Conozco mucha gente del sector del vino que dice que el verano (julio y agosto) son meses inhábiles, como arrojando la toalla o como si los que nos dedicamos a todo lo relativo al vino (comercialización, comunicación y producción) tuviéramos más vacaciones que los maestros. Para nada!! Casi que estas fechas se agradecen porque hay menos eventos y podemos prestar más atención. Por cierto, yo la toalla solo la arrojo en la playa… y con cuidado para que quede perfecta.

El pasado jueves 5 de julio tuve la oportunidad de participar en una interesante cata con los vinos de Bodegas Verum en el restaurante Propaganda 12 de Madrid, en pleno barrio de Chueca (Calle Libertad 12) y en unos días señalados, previos al desfile del “orgullo” por lo que todo estaba de lo más colorido y variado.

La convocatoria llegaba en tiempo y forma y no podía faltar. En la invitación (para profesionales) nos hablaba del viaje que proponía Elías López Montero, enólogo de Bodegas y Viñedos Verum. Un viaje en el tiempo, conociendo los vinos con los que la marca comenzó hasta Ulterior, el vino que en breve se presentará oficialmente, pasando por sus viajes a Patagonia para elaborar en aquella lejana región austral.

Son muchos los aspectos a destacar, pero si hay uno que especialmente me interesa es que Verum no esconde su origen, la comarca natural de La Mancha. Están demostrando que otros vinos son posibles, que la tierra y las viñas tienen capacidad para estar al mismo nivel que se le exige a otras zonas. Dicho de otro modo, que en Castilla La Mancha hay proyectos con capacidad de competir con cualquier otra región del mundo.

Elías en su introducción nos contó el origen, los inicios de VERUM pero también de la familia y su dedicación al vino que se remonta a 1788. La historia reciente de vinos de calidad se escribe con VERUM y los dos vinos que presentó: Gran Cueva Brut Nature Chardonnay, el primer “blanc de blancs” de la mitad sur de España y Verum tinto 2012, un coupage de merlot, tempranillo y cabernet Sauvignon. Dos vinos que ya son clásicos en Castilla-La Mancha por méritos propios.

Del origen de Verum al presente-futuro: ULTERIOR. Un proyecto que nace junto con Verum que en su origen ya contaba con varietales foráneos plantados con suficiente edad para aportar vinos de calidad. El reto era ¿Qué hacer para contrarrestar los efectos del cambio climático? ¿Qué se le achaca a los vinos de la región como excusa para no comprarlos? De un clima cálido se espera calidez, ese era uno de los retos con los que tenía que trabajar Elías. Tenía claro que había que buscar variedades que estuvieran aclimatadas y que presentaran una maduración tardía, suficiente para dar buena acidez y un grado alcohólico contenido.

La respuesta estaba en casa, dentro y fuera de la región. De fuera se plantaron variedades como la Mazuelo (carignan), Graciano y Albillo Mayor entre otras. De dentro la Albillo Real, la tinto Velasco y la Moravia agria. La garnacha la tomamos como propia al plantarse de un clon de la región.

Los vinos que catamos fueron ULTERIOR Albillo Real 2016 y ULTERIOR Graciano 2016. Los asistentes destacamos la singularidad, la originalidad de estos vinos criados principalmente en tinaja de barro, como lo hicieran nuestros antepasados. A destacar su acidez, su frescura y recuerdos frutales. Vinos nacidos para acompañar y mejorar con el paso del tiempo.

El viaje termina en la Patagonia Argentina, las razones y motivos que le llevaron a la región más austral del planeta en la que se cultivan viñas. Tenía clara su predilección por Argentina, también por el hemisferio sur por donde pasó parte de su formación. De Argentina y la Malbec le gustó su sencillez a la hora de comunicar, claro está sus vinos.

Allí encuentra una bodega y una viña, en ella la parcela de uva malbec “maria victoria”, el mismo nombre que su madre. La piedra con forma de corazón que ilustra su etiqueta, otra de las casualidades como lo es que la bodega de Tomelloso y Patagonia están en la misma latitud: 39 pero en distinto hemisferio, digamos que podría ser “enología del destino”.

De Patagonia catamos María Victoria Malbec 2016 y Verum Pinot Noir 2016, dos vinos que nos sacaron una sonrisa, que nos descubren otra forma de elaborar bajo las mismas manos, las de Elías López Montero.

No es fácil encontrar 6 vinos tan diferentes llegados de la misma mano, del mismo creador. Esa es la virtud, ese es el homenaje al que nos enfrentamos cuando vemos el sello VERUM: LO VERDADERO.

 

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