Un estudio del CSIC concluye que el vino previene enfermedades de las encías y la caries.

  • La revista americana Journal of Agricultural and Food Chemistry publica el estudio español que demuestra los beneficios del vino para prevenir enfermedades dentales

 

Los antioxidantes que se encuentran en el vino tinto como son los polifenoles, han sido asociados desde hace años a importantes beneficios para la salud.

La comunidad científica ha avalado y demostrado los efectos beneficiosos (siempre dentro del consumo responsable) contra las enfermedades del corazón, distintos tipos de cáncer, la diabetes o el alzheimer. Ahora suma los resultados de un nuevo estudio publicado por el CSIC y realizado por científicos españoles por el que según las pruebas realizadas, el vino ayudaría a prevenir enfermedades dentales como la caries y también enfermedades de las encías.

El estudio fue publicado en el número de febrero de 2018 por la revista científica: Journal of Agricultural and Food Chemistry, de la American Chemical Society y es fruto de varios años de investigación y estudios previos realizados por científicos del CSIC, Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid.

 

El vino tinto y blanco es de naturaleza ácida lo que implicaría un debilitamiento del esmalte y pérdida del color por lo que se recomienda tomar un vaso de agua después de beber vino para eliminar residuos y equilibrar el PH. Es una recomendación aunque dejan claro que esto no supone ningún riesgo para nuestra salud dental.

 

Según los científicos del CSIC, han demostrado que los antioxidantes del vino tinto evitan que las bacterias que causan la placa se adhieran al tejido de las encías.

 

El estudio lo realizaron los investigadores utilizando tejido de encía cultivado a partir de células madre humanas para este estudio y aplicaron antioxidantes procedentes del vino en varias combinaciones. Separaron el tejido en varios grupos, nos los trataron con con polifenoles del vino (ácidos cafeico y p-cumárico), otro con polifenoles y un probiótico, y otro tratado con extractos de semilla de uva y vino tinto disponibles en el mercado (Vitaflavan y Provinles). Los antioxidantes provenientes del vino demostraron ser efectivos para inhibir la adhesión bacteriana a las células de la encía, pero una combinación de los polifenoles y el probiótico ofrecieron los resultados más efectivos.

Los investigadores sugieren con este estudio que podría desarrollarse algún método para administrar el poder antiséptico de los antioxidantes como colutorios bucales, cremas dentales o incluso chicles. Por el momento, lo más efectivo y fácil de administrar es la copa de un buen vino tinto al día.

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