Su plato, ‘La Rosa del Rosado’, ha sido elegido por el jurado como el mejor maridaje para Azpilicueta Rosado
Como ganador del ‘Reto Azpilicueta’, disfrutará de una beca de 4.200 euros para sufragar parte de su formación en el Basque Culinary Center
El joven donostiarra Mikel Olaizola ha resultado vencedor en la segunda edición del ‘Reto Azpilicueta’, proyecto puesto en marcha por la marca de vino y el Basque Culinary Center con el objetivo de promover la formación enológica de los chefs del futuro. Su creación gastronómica, ‘La rosa del rosado’ resultó elegida por el jurado como el mejor maridaje para Azpilicueta Rosado, lo que convirtió a Olaizola en ganador de una beca de 4.200 euros para sufragar parte de su formación en el BCC.
‘La rosa del rosado’ es un postre consistente en una macedonia de frutas maceradas en frío con Azpilicueta Rosado y servidas junto con una mousse de fresa en el interior de una rosa. El jurado, compuesto por Elena Adell, enóloga de Azpilicueta; Phiplippe Ortega, director comercial de Domecq Bodegas; Fernando Gurucharri, presidente de la UEC; y los chefs Ángel Fernández Retana, del BCC, y Pablo Loureiro, del restaurante Casa Urola; optó por esta receta apreciando “su maridaje con el rosado, pero también su capacidad para crear una experiencia sensorial completa en torno al vino”.
Otras cuatro creaciones acompañaron a la ganadora en la final. Se trató de ’Txitxarro en las rocas y crujiente inflado blanco con dip ligero de jamón’, de José Francisco Peláez; ‘Primavera’, un homenaje a la huerta riojana, de Martina Puigvert; ‘ Salmonete, su espina, rosa crujiente y crema de pochas’, de Javier Rivero; y ‘Jugoso de lumagorri y patata morada rellena de yuca con aire de Azpilicueta’, de José Antonio Olave.
Un total de 50 alumnos de segundo curso del Grado en Gastronomía y Artes Culinarias en el Basque Culinary Center han tomado parte en esta segunda edición del proyecto. Todos ellos aceptaron el reto de crear un maridaje para el nuevo vino Azpilicueta Rosado: un vino versátil, expresivo y fiel a la esencia de Rioja.
Con esta iniciativa, Azpilicueta recupera el espíritu de mecenazgo de su creador, Félix Azpilicueta, y da un paso más en su compromiso con la formación, ya mostrado en iniciativas como su Taller de Enología para acercar a los sumilleres el trabajo de los enólogos; la presencia activa en el certamen La Nariz de Oro o los Cursos para Entusiastas del Basque Culinary Center.
Según ha expresado Elena Adell, enóloga de la Azpilicueta, “la iniciativa contribuye a extender el amor por el vino a un grupo de jóvenes promesas de la gastronomía y acercarles al mundo de la enología, además de darles la oportunidad de acceder a un importante apoyo económico para poder completar su formación en un centro de referencia como es el Basque Culinary Center”.