Arte, según la Real Academia Española, significa:
- Virtud, disposición y habilidad para hacer algo.
- Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
- Conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer bien algo.
Para el artista Jeff Koons, creador de Puppy, una de las obras insignia del museo Guggenheim de Bilbao, el arte es algo que no está en un objeto, si no en la mente del espectador. Este concepto se puede aplicar al vino, ya que hay una parte importante de imagen, marca y precio que interviene en la decisión a la hora de la elección y compra del vino y en la percepción de la calidad del mismo, si bien, con poco criterio que tenga, sabrá valorar también la calidad del vino en cata y disfrutarlo de una forma real y tangible cuando el vino caiga a la copa y de la copa a la boca, sin embargo, en el arte son sensaciones transmitidas (si habláramos de producto y marketing, lo haríamos prácticamente en los mismos términos). Es fácil complacer a alguien que no entiende de vino cuando le regalas una botella. Dile que cuesta “x” euros y empezará a valorar el vino y a mirarlo como un objeto valioso. Con el arte, cuando no se tiene la cultura necesaria para comprenderlo, en cierto modo pasa lo mismo. Basta con valorar una obra con un precio desorbitado para que el valor que interpreta el observador aumente, así como el del creador y el resto de su obra (aunque en algunos casos, ésta ni la entienda el observador). En ambos casos, si el vino es bueno y la obra también, no cabe duda que aunque no se tenga recursos culturales para valorarlo, se reconocerá la calidad. Otro aspecto más en común entre el vino y el arte es el “valor de inversión” que se ve reflejado en las subastas de vinos en casas como Christie’s o Sotheby’s.
Conversando con profesionales de bodegas como Nerea Guzmán de Bodegas Altanza o José Miguel García de Bodegas Enate, coinciden en la “universalidad del arte” y lo positivo que esto tiene para el vino. Unas bodegas lo toman como buque insignia, identificar todos sus vinos a una obra pictórica como en el caso de Enate que viajan por el mundo y por el mercado interno con sus vinos – obras, de hecho cuentan en la misma bodega con una galería de arte.
Para bodegas como Altanza, su colección de Artistas españoles es un argumento más de venta a nivel internacional. El vino es arte en sí, pero si lo asociamos a la imagen de artistas o su obra, el comprador identifica rápidamente el valor del vino e incluso el origen de éste por el autor.
Hay etiquetas que tienen símbolos o incluso animales que son casi desconocidos y hay que explicar… una obra de arte no se explica, se disfruta y se valora como tal (en palabras de José Miguel García).
La arquitectura no firma vinos… firma bodegas (y algún que otro vino)
Atendiendo a estos criterios e ideas, cuando uno lleva tiempo en el vino, entiende que hay una clara vinculación con el arte, la cuestión es… ¿por qué?, ¿cómo? Lo último que nos llega son inversiones millonarias en bodegas de la mano de Arquitectos conocidos y reconocidos (vuelvo a recordar mi artículo sobre el Enoturismo): Santiago Calatrava en Bodegas Ysios, Frank Gehry en Marqués de Riscal, Norman Foster en Bodegas Portia o Rafael Moneo en Bodegas y Viñedos La Mejorada entre otros muchos.
Si nos vamos a pintores… un largo recorrido que daría para exposiciones en los mejores museos del mundo: Picasso, Dalí, Miró con Bodegas Altanza, Tapies, Antonio Saura entre otros muchos con Bodegas Enate, Waltraud Maczassek, Josep María Subirachs, Joan Hernández Pijuan con Jean León, Jesús Mateo en la edición limitada para el Quercus de Bodegas Fontana…en estos casos, se utiliza su obra para etiquetar un vino y en muchos incluso se adquiere la obra (como en el caso de Enate para su museo).
El mundo de la canción también es internacional en el vino
En música encontramos muchos cantantes participan de forma activa en bodegas como Julio Iglesias en Bodegas Montecastro, Miguel Bosé en Casalobos, Joan Manuel Serrat, Lluís Llach, Ricardo Arjona, Cliff Richard, Bob Dylan, Sting, o grupos como AC/DC que cuentan con su propio vino. También están los músicos como Quique González a quien les dedican etiquetas como “Salitre” vino Premium de Pago los Balancines. Incluso encontramos bodegas con su propia orquesta Sinfónica como Verum Bodegas y Viñedos. Otras bodegas como Martín Códax con patrocinios a músicos de la talla de Carlos Núñez grupos como Milladoiro o Berrogëto y su propio grupo de Música Antigua “Martín Códax”.
De cine y moda:
Directores de cine como José Luis Cuerda o Francis Ford Coppola. Actores como Antonio Banderas, Gerard Depardieu, Imanol Arias, el también productor Manuel Manzaneque con su bodega en El Bonillo: “Finca Élez”. El conocido y polifacético Emilio Aragón. Toreros como Francisco Rivera Ordoñez y José Ortega Cano. Otros que sin entrar en la parte societaria de las bodegas ceden su nombre u obra como el escultor Eduardo Chillida (Ysios y Enate).
La moda también entra de lleno en el mundo del vino, como Amaya Arzuaga con su propio vino (en este caso, tiene toda su lógica, es hija del bodeguero Florentino Arzuaga – Bodegas Arzuaga), Ion Fiz tambien para Ysios, David Delfín, diseñando una botella de vino o Roberto Verino con su bodega en la D.O. Monterrei, y fuera de nuestras fronteras, el mundialmente conocido Roberto Cavalli con bodega en la Toscana (Italia) o el austríaco Gernot Langes-Swarovski con su bodega en Argentina Norton (una de las 20 mejores bodegas del mundo según Wine Spectator). El más claro ejemplo es el emporio Moët Hennessy – Louis Vuitton el mayor grupo de marcas de lujo como Kenzo, Loewe, Givenchy, Donna Karan en moda, TAG Heuer, Hublot en relojes entre otras, también propietario de bodegas como Chateau d’Yquem, Dom Perignon, Moët Chandon, Veuve Clicquot, Krug, Ruinart, Numanthia, Cheval des Andes y un largo etcétera en vinos y destilados.
Enologos que también firman vinos
Del arte ya sabemos lo que ofrece y su vinculación, pero… ¿el vino?, ¿es arte?, mejor no ser pretencioso en este aspecto, aunque yo si podría hablar de ello con más imparcialidad que un enólogo. Yo que me he criado “profesionalmente” en bodegas, entiendo y reconozco una parte creativa en el enólogo, los que tienen inquietudes, no se resignan a hacer el vino de cada año, quieren y luchan por diferenciarse del resto, el vino es su creación y cuando ésta se reconoce vía premios o puntaje como los de Parker, Tanzer, Proensa o Peñín en España se elevan a lo más alto de la profesión: tenemos ejemplos como Álvaro Palacios, Peter Sisseck, Ignacio de Miguel, Miguel Ángel de Gregorio, o a nivel internacional como Michel Rolland, Carlo Ferrini, Denis Dubourdieu, Stephane Derenoncourt… Siempre reconoceré la parte creativa y de “autor”. Los vinos son la “obra”, la creación de los enólogos. Cuando éstos se ven en cierto modo limitados por la bodega donde trabajan, inician proyectos paralelos con vinos de corta tirada pero donde realmente hacen lo que les gusta sin “deberse” al mercado y a la marca. (Ejemplos como Lauren Rosillo (Grupo Martínez Bujanda) con Sedella Vinos, Sara Pérez (Mas Martinet) y René Barbier Jr. (Clos Mogador) en Venus La Universal, Luis Jiménez (y socios internacionales) con sus vinos Cien y Pico y así un largo etcétera.
Volviendo al inicio de este artículo, hay mucho en común entre una obra de arte y un vino: es un proceso creativo en el que no se deja ningún elemento al azar, todo es controlado por el autor.
Cata armonizando vino y arte.
Este artículo nace de una serie de catas que estoy organizando y que impartiré la presente primavera de 2012. Por el momento hay dos catas confirmadas con vinos de Enate, Bodegas Ysios, Bodegas Arzuaga, Jean León, Pago los Balancines, Martín Códax, Bodegas Altanza, Manuel Manzaneque y más que se irán sumando a este proyecto pionero. Catas de vino y arte en centros de Arte y vino como CICATO (Centro de Iniciativas Culturales y Artísticas de Tomelloso), recién inaugurado.
Para preparar la cata me he encontrado con que algunos personajes del arte han declinado su participación en la cata por no vincular su nombre a una bodega o marca en la que participan aduciendo que su inversión es en modo “privado y empresarial”. Entiendo que esto es así, pero cuando alguien sale en un reportaje “vendiendo” que es parte de tal o cual bodega… se delatan, es más, alguna bodega ni se conocía hasta que el famoso de turno se asocia a la bodega y sale en la revista del colorín. Buscan su imagen para vender o revalorizar un vino. No tiene nada de malo, pero no se puede ser lo uno y lo contrario al mismo tiempo.
Preferencias y sugerencias de autores y vinos.
Como el que escribe tiene sus preferencias, me gustaría que músicos de la talla de Manolo García, Joaquín Sabina o Ismael Serrano pusieran su arte en un vino… me ofrezco a ello. La pureza, expresividad e hiperrealismo de mi paisano Antonio López García, da igual si en su faceta de pintor o de escultor sería un vino soberbio, de perfecta ejecución y expresión del terruño, variedad y barrica conjugando al mismo tiempo la sencillez y humildad del autor. El actor y director Clint Eastwood reflejaría como pocos el terroir, interpretaría los elementos y crearía un coupage único del que nunca me aburriría de beber. Con Antonio Gala, los vinos transmitirían sensibilidad y elegancia, habría que beberlos sin prisa, saboreando cada trago y empapando una a una nuestras papilas gustativas para no perder detalle y así un largo etcétera. Estos mencionados y otros de igual o más calidad, son muy buenos en lo suyo, pero no hacen vinos. El enólogo interpreta la armonía entre suelo, variedad y clima para poner su buen hacer en una materia prima obtenida que de por sí, ya tiene que ser excelente para continuar con el proceso de fermentación, elección de barricas, tiempo de crianza etc.
Desde aquí, vaya mi reconocimiento y admiración a todos los enólogos que con sus creaciones nos permiten disfrutar de una copa de vino al día y por tanto, de una vida larga y saludable.
Sobre Joaquín Parra Wine Up!
Joaquín Parra es director de Wine Up Consulting®, una de las pocas empresas de España especializadas en el sector comercial y marketing de vino. Autor del manual de cata ¿Es bueno este vino? con prólogo del influyente sumiller americano Charlie Arturaola. Es profesor de cata, crítico de vinos, miembro de la Asociación Española de Periodistas y Escritores de Vino, la FIJEV y la Unión Española de Catadores. Creador de los cursos “Gestión y Comercialización del Vino Español” del cual se ha impartido la 3ª edición y Enoturismo en La Mancha (1ª edición). Es mantenedor y creador de la Página web www.ecatas.com, primer panel de cata de vino online, www.vinoticias.es y www.bodegassingulares.com.