Con motivo de la segunda edición de El Viñedo de los Artistas MAS BLANCH I JOVÉ apadrina el espectáculo Vino Sonoro del reconocido músico y compositor Carles Santos y atrae a más de 400 personas a sus viñedos.
Carles Santos ha creado un espectáculo único inspirado en los vinos de Mas Blanch i Jové que mezcla vino, gastronomía y música. Un viaje cronológico a través de la historia de la música: Scarlatti, Beethoven, Chopin, Debussy, Pierre Boulez, Bach, etc. interpretado por 5 pianistas y 1 violinista, además, de las creaciones propias de Carles Santos y de la compositora Dolores Ricart como hilo conductor del espectáculo llamadas: “Saó Blanc”, “Saó Abrivat”, “Saó Expressiu” y “Saó Rosat”.
El espectáculo, conducido por la actriz Pepa López, ha sido concebido como un paseo gastronómico y musical por diferentes escenarios (viña, bosque, caminos, era…). El reconocido cocinero Dani Aixelà ha creado un menú especial adaptado a cada composición musical, estudiando los diferentes ingredientes culinarios que corresponden a cada época (Barroco, Romanticismo, Impresionismo, siglo XX y la época actual). El espectáculo ha ofrecido una degustación maridada con la música y los vinos Saó Blanc, Saó Rosat, Saó Abrivat y Saó Expressiu de la bodega Mas Blanch i Jové.
Mas Blanch i Jové, continúa con su apuesta por el arte en el marco de la segunda edición de “El Viñedo de los Artistas”. En este Año 1 El Viñedo de los Artistas se consolida con una creación del siempre genial y polifacético compositor y artista musical Carles Santos. Actualmente, se puede visitar “La Sargantaneta”, la escultura que Carles Santos ha dejado como testigo de su paso por “La Viña de los Artistas”. De la primera edición se puede encontrar la escultura dedicada a Guinovart, “El órgano de Campo”.
Mas Blanch i Jové es una bodega que desde sus inicios se ha destacado por vincular de una forma continuada tierra y arte y por la calidad de sus productos.
Desde sus inicios los vinos de la bodega han recibido el reconocimiento de los más prestigiosos críticos nacionales (Peñín, Gourmets, etc.) e internacionales (Robert Parker). Y recientemente, su vino Saó Abrivat ha sido galardonado con una medalla de Bronce en el Decanter World Wine Awards y una medalla de Plata en el Concours Mondiel de Bruxelles y el Saó Expressiu ha sido distinguido con una medalla de Plata en el Decanter World Wine Awards y de Oro por el Concours Mondiel de Bruxelles.
DESGLOSE DEL ACTO:
Guinovart hace cuatro años, un día de primavera, se imaginó un espacio abierto al viento donde diferentes artistas pudieran roturar el paisaje con su propio lenguaje: una sala de exposiciones al aire libre que fuera creciendo junto con la vid. Y así se engendró el proyecto. El año pasado con el año 0 dedicado a Guinovart, la Bodega Mas Blanch i Jové inauguró el proyecto de el Viñedo de los Artistas.
Este año Mas Blanch i Jové continúa con su apuesta por el arte y consolida con una magistral creación del siempre genial y polifacético pianista Carles Santos el año 1 en el Viñedo de los Artistas.
5 músicos tocando el piano en diferentes escenarios más una violinista voladora como el punto de “y” han transportado a las más de 400 personas en un viaje mágico a través de la historia de la música y la gastronomía.
El Coro Eurídice de Les Borges Blanques dirigido por la compositora Dolores Ricart ha sido el encargado de abrir el espectáculo con un tributo al pintor Josep Guinovart: la composición ‘GUI-NO-VART’, y acto seguido han interpretado el estreno de la obra ‘Conill amb Cargols’ de Carles Santos.
La actriz Pepa López ha sido la encargada de guiar al público por el universo creado por Carles Santos.
La primera parada ha sido en el siglo XVII, el Barroco: la época de la desmesura donde se mezclaba lo grotesco y lo sublime hasta la locura. Ante la escultura el Órgano de Campo, el músico Oscar Campos ha interpretado a Scarlatti, una música matemática y liberada al mismo tiempo, mientras los asistentes han podido degustar el salsifí que enamoraba a Luís XIV y el chucrut de codillo de cerdo, la comida que en ese momento histórico se reservaba para las grandes fiestas y que se ha maridado con el vino Saó Blanc.
Beethoven, una música de transición, de cambio, angustiada, compleja e incomprendida, ha transportado al público hacia el romanticismo. Este era el momento en que Parmentier introdujo en Francia las patatas y salvó a la población del hambre. Por ello, unas portadoras con papelinas de patatas han guiado el público hacia el bosque.
Durante el Romanticismo comida se convirtió en un acto de cultura que los moralistas no habían previsto, se extendió el chocolate por Europa y con ella la gastronomía moderna. En medio del bosque, rodeados de naturaleza, Inés Borrás ha interpretado a Chopin mientras el público ya enamorado por las grandes emociones y los grandes sentimientos de la música romántica ha podido degustar unos exquisitos canelones Rossini y una quenelle de chocolate con aceite Òlim de Mas Blanch i Jové y sal, maridados con el elegante vino Saó Expressiu.
De la mano del Coro Eurídice dirigido por Dolors Ricart interpretando la composición Saó Abrivat creada por la misma Dolores Ricart, el público se ha adentrado en la época impresionista situada en un mirador. En el impresionismo el mundo se convirtió en una vivencia íntima que buscaba ir más allá del lo obvio y lo científico; Augusto Escofier reordenó la gran cocina burguesa convirtiéndose en el gran maestro de la cocina de hotel. Debussy, delicioso, sofisticado y pervertidamente inteligente ha sido interpretado por Albert Giménez con el paisaje de La Pobla de Cérvoles a sus pies. Y como acompañamiento perfecto, las lionesas con queso azul del Pallars y el abanico de lomo relleno de colores como un cuadro impresionista, maridados con el delicioso vino Saó Abrivat.
Con la puesta de sol tiñendo el cielo con notas rojizas y naranjas, el público ha rodeado el Viñedo de los Artistas siguiendo la música Saó Expressiu compuesta por Carles Santos e interpretada por las voces del Coro Eurídice y Dolors Ricart. Junto de las cepas de la Viña Carles Santos nos hemos situado en el siglo pasado: los años 50 de las películas de la Doris Day y de la primera Costa Brava y en los años 80 de la novelle cuisine francesa. Mientras degustaba una “blanquette de poularde” y un cóctel de gambas, maridado con Saó Blanc, el público ha escuchado la música de laboratorio de Pierre Boulez interpretada por Miguel Villalba. Una música compleja, abierta, pensada para desapasionarse inteligentemente…
El coro Eurídice ha mostrado su lado más sexy e interpretando la composición Saó Rosat creada por Carles Santos ha guiado al público hasta la Era de Guino. Ya de noche, un Carles Santos muy inspirado ha tocado con los puños su versión propia del siempre intemporal Bach. Una interpretación con fuerza, emocionante e iluminada como si fuera a la luz de una vela. A continuación, la violinista Katy Reus, voladora como el punto de una “y” ha supuesto un cambio de textura del espectáculo y ha interpretado a Bach desde el aire, emocionando a todos los asistentes.
Cuando se hizo el silencio, Juan Jové y Carlos Santos han descubierto la sorpresa de la noche: “La Sargantaneta”, la barquita de Carlos Santos que después de más de 30 años navegando por el Mediterráneo ha encontrado su mar definitivo y permanecerá flotando encima de una encina, como si estuviera ondeando por los campos. La actriz Pepa López subida encima el tejado ha sido la encargada de recitar la canción que Carles Santos compuso hace unos años a su laúd catalán. A continuación, el propio Carles Santos ha dedicado unas cariñosas palabras de despedida a su “La Sargantaneta”.
Como punto final de la fiesta, dos mesas formando la palabra ‘VI’ han sido cubiertas con la Sangría de Saó Rosat con frutas liofilizadas y el helado de Ólim sobre una gelatina de vinagre de Mas Blanch i Jové y coronado con una galleta de queso. Cocina del siglo XXI que se maridó con el Saó Rosat de la bodega.
Carles Santos con este espectáculo gastronómico y musical ha vuelto a demostrar que la imaginación humana no tiene límites y un público seducido, sorprendido y emocionado se ha ido después de media noche habiendo vivido una experiencia mágica e inolvidable en el Viñedo de los Artistas.