Para entender la historia de Pazo de Barrantes, propiedad de la Familia Creixell, uno se debe remontar al siglo XVI que es cuando surgen los orígenes de este Pazo que ha sabido mantener su belleza intacta hasta nuestros días en perfecta convivencia con las doce hectáreas de viñedos propios que lo rodean.
Es en 1991 cuando el proyecto de crear una bodega equipada con la más alta tecnología para elaborar un vino familiar de extraordinaria calidad, se hace realidad.
Este vino 100 % albariño, tiene todos los ingredientes para triunfar: Savoir Faire de una emblemática bodega junto con el sello inconfundible que le otorga su localización en pleno Valle del Salnes, Rías Baixas ( Pontevedra ).
Hoy además tiene más motivos para celebrar: Cumple dos décadas en las que ha sabido mejorar año tras año y para festejarlo se presenta esta nueva botella por la que es complicado no sentirse atraido: Pazo Barrantes Albariño 2010.
Como una imagen vale más que mil palabras, el actual Conde de Creixell, D. V. Dalmau Cebrián – Sagarriga, propietario de esta bodega, ha querido simbolizar a través de la botella el secreto que guarda en su interior: Un abanico de aromas florales que se descubren poco a poco como intensos recuerdos de pétalos de hoja blanca, camelias, hortensias, flores blancas….
Pazo de Barrantes, interpreta su papel de compañía perfecta junto con la bodega Marqués de Murrieta, compañera inseparable; unidas caminan para cosechar grandes éxitos.