Guardando el encanto de la zona rural, pero a tan solo 10 minutos de una gran ciudad como Logroño encontramos Bodegas Altanza,
Recorriendo esos 10 minutos desde Logroño, encontramos los 35000 metros cuadrados donde se ubican las instalaciones de la bodega en un marco incomparable. La bodega es relativamente nueva (nace en 1998), encontrando ya desde que damos el primer paso carácter y personalidad ofreciendo al visitante lo mejor de su tierra. Una construcción que alterna materiales nobles con un toque de modernidad, más o menos lo mismo que encontraremos en sus vinos… lo mejor de la uva y la tradición vitícola riojana con un aire renovado en cuanto al cuerpo, aromas y carácter. Lo tienen todo para conseguirlo y en pocos años se han posicionado en el mercado, fruto de un buen trabajo y mejores vinos.
¿Cómo se pueden elaborar vinos de calidad y estar seguros de conseguirlo antes de comenzar la actividad? Obviamente, con uva de gran calidad. Otras bodegas prefieren diversificar, utilizar distintos varietales. Aquí han jugado a la carta ganadora, todos los viñedos son de la variedad tempranillo, la mayoría cerca de 200 hectáreas en propiedad, influenciados por el Rio Ebro y una climatología benigna para el cultivo de la vid. Si los vinos de Rioja se han hecho grande en el mundo gracias a su tempranillo… ¿por qué renunciar a ello?.
De estos viñedos nacen uvas de calidad que llegan a unas instalaciones de vanguardia. Encontramos depósitos de acero inoxidable que parecen espejos circulares (la limpieza en la bodega es ya no necesaria… es imprescindible) y otra sala de tinos de madera donde fermentan y se elaboran los mejores vinos, aquellos que antes de salir ya son deseados por los clientes y miembros del club de barrica. Su impresionante parque de barricas (unas 7600) está compuesto con barricas de roble francés en un 80%, americano en un 20% acompañados por unas interesantes barricas de roble Ruso, éstos también marcan carácter y en ellos mejoran los vinos del Club Lealtanza. Hasta en esto han querido ser originales.
Si en La Rioja (San Millán de la Cogolla) nace el castellano, ¿Cómo no recurrir a los orígenes para darle el nombre a este vino? Lealtanza, que procede del castellano antiguo significa LEALTAD, lealtad a la tierra de donde crecen las viñas, lealtad al trabajo del viticultor, lealtad al fruto del que nacerá el vino, lealtad al vino y lealtad con los consumidores. Como la misma bodega proclama, son vinos tintos a la medida de los tiempos, actuales, no solo para complacernos a los consumidores, también, para sumar nuevos enamorados a este caldo del dios Baco. Puedo dar fe de que esto es así, ya que uno de los vinos de la bodega me ha acompañado en las catas del Wine UP Tour el pasado otoño de 2010 y solo había que ver las caras de los asistentes cuando se llevaban este vino a la boca… esa media sonrisa que delata la satisfacción por beber un gran vino y sentirse afortunado. El paso siguiente era anotar en la hoja el vino para ir a comprarlo nada más salir de la cata. ¡Qué fácil es catar con vinos así!
Será por ello que la bodega ha sido capaz de posicionarse en el mercado y conseguir llegar a más de 32 países y a prácticamente toda la geografía española en poco más de 10 años.
En la visita a la bodega es cuando toman sentido dos palabras: Modernidad y Tradición. Uno disfruta, viendo y escuchando… oliendo y saboreando, aunque hay otra parte de “solera familiar”.
La bodega no es más que un edificio, muy bonito, impresionante, pero “edificio”. Lo que cuenta son las personas, en equipo humano, y hablando de personas, su Gerente y Enólogo Oscar Martínez es el que impregna la bodega de esa tradición y sabiduría, no en vano, es enólogo en tercera generación. Su padre y su abuelo también fueron enólogos en La Rioja. ¿Se puede saber más del vino?. Cuando se es tercera generación, no es por costumbre familiar, es por Vocación, la enología es un ARTE y los enólogos crean obras maestras, cada vino tiene un sello siempre que el enólogo quiera plasmarlo, como una gran obra. Los vinos de Bodegas Altanza, tienen el sello de su creador, Oscar.
Hemos hablado únicamente del vino, pero en La Rioja también se elaboran aceites de calidad, uno de ellos, en la propia bodega. ¿Se pude pedir más?
La cata del vino:
LEALTANZA DE AUTOR
6 meses en barrica de roble francés nueva. 12 meses de botella.
Variedad: Tempranillo 100%
Grado alcohólico: 13,5% vol.
CATA: CATA LEALTANZA 2005
Rojo cereza de capa media, muy vivo y nítido, el ribete también es bastante vivo y encontramos una lágrima muy lenta y persistente.
En nariz es un vino complejo que busca sorprendes, nada tradicional, (autor) buscando la huella con un vino donde aparecen aromas a trufa y cacao, frutos rojos en su momento justo de madurez (nos da la idea de cómo se vendimió la uva) en nariz ya se nota que es un vino muy balsámico (encontramos eucalipto) también se encuentra tabaco fino, caja de puros (cedro) y matices florales a moras y grosellas. Algo dulzón (higo seco y dátil) y matices florales (lila). También se perciben recuerdos lácteos que unidos a la fruta roja nos recuerda a petit suise.
En boca es goloso, redondo, que se expande por la boca ayudado por una interesante acidez. El balsámico que encontrábamos en nariz se hace presente y nos deja un paso por boca agradable acompañado por un tanino bien pulido que le otorga una consistencia sedosa.
Fresco en el trago, muy largo en boca y con un retrogusto agradable y largo donde vuelven a aparecer frutos rojos y secos, así como un sutil recuerdo avainillado y lácteo.