La DO Alella se encuentra en un momento especialmente dulce. Los vinos que se producen han alcanzado máximos históricos de calidad, crece la oferta enoturística y, sobretodo, crece la demanda del consumidor. Y es en este momento cuando hace irrupción en la DO la nueva bodega Can Roda. Can Roda es una espectacular casa señorial de arquitectura modernista situada en mitad del bosque en Santa Maria de Martorelles, en una finca de 40 hectáreas. La bodega se provee de uva de viñas nuevas de 5 años de edad y también de bellas y retorcidas cepas sin emparrar de 40, 50 y 60 años.
Pepi Milà, responsable de la bodega, afirma que “en Can Roda siempre se había hecho vino y era una ilusión de la familia elaborarlo y embotellarlo con DO Alella para ponerlo al alcance de todo el mundo en restaurantes y vinaterías”. Con este objetivo, han equipado la bodega con la última tecnología para elaborar un producto de máxima calidad. De la añada 2010, verán la luz dos vinos jóvenes (un blanco y un tinto) y dos criados (también un blanco y un tinto). “Más adelante –explica Milà- tenemos el objetivo de elaborar un cava”.
El 93 Ceps, uno de los mejores vinos de la bodega Altrabanda, agotado
Cuando todavía faltan algunos meses para que la añada 2009 deje la barrica para ser embotellado, las existencias de Serralada de Marina 93 Ceps se han agotado. Es uno de los vinos de más alta gama de la bodega de Martorelles y uno de los más apreciados por sus clientes más exigentes. Su responsable, Joan Plans, explica “nos sabe mal no poder proveer a nuestros clientes, pero este vino es como es porque sale de nuestra pequeña viña de Sumoll; la situación de la misma y la edad de las cepas definen parte de las características de este vino. Podemos hacer pocas botellas y, cuando se acaba, se acaba, no podemos hacer más”.
Entre la extensa gama de blancos que elabora la bodega, encontramos esta perla tinta elaborada con la variedad Sumoll y que lleva por nombre 93 Ceps. Se trata de un vino único porque se elabora con la uva que crece en una preciosa viña de 70 años que cuenta con tan sólo 93 cepas. Es una de las pocas viñas de esta variedad que hay en la DO Alella y de ella sale el único monovarietal de Sumoll de la zona. Un vino original y diferente, intenso pero delicado, que destaca en nariz con aromas de toffee, azúcar tostado, vainilla y chocolate negro.