Este supone un reconocimiento más para este vino con D.O Madrid que con menos de tres meses en el mercado no ha parado de cosechar éxitos
El pasado 16 de febrero se celebró la XIX Edición de La Nariz de Oro en la que compitieron diferentes vinos que aspiran a ser ganadores del Premio Nariz de Oro a los Mejores Vinos de España
Madrid, 19 de Febrero 2010.- Licinia 2007, un vino producido por Bodegas Licinia, ha sido elegido entre los finalistas al Premio Nariz de Oro a los Mejores Vinos de España, en la categoría de Tintos con más de 9 meses de crianza. Los vinos que se presentaron fueron catados por más de 80 sumilleres de la zona centro. Este supone un nuevo reconocimiento para este vino con D.O Madrid y que con tan sólo tres meses en el mercado ha cosechado numerosos éxitos.
Y es que este vino fue recientemente catalogado de sobresaliente por el prestigioso catador Parker que le otorgó 92 puntos situandolo así en el segundo lugar del ranking de vinos con D.O Madrid. Asimismo cuenta ya con un Baco de Oro, un Bacchus de Plata y un premio Zarzillo. Además, fue el vino elegido para maridar la cena que se organizó para los más de 80 periodistas internacionales de Madrid Fusión.
Bodegas LICINIA
El proyecto de Bodegas LICINIA nació en el año 2005, fruto de la pasión por el vino de dos prestigiosos viticultores Víctor Algora y Jose Ramón Lissarrague y de la enóloga Olga Fernández. Los tres se dieron cuenta muy pronto de la inmensa oportunidad que ofrecían los viñedos del sudeste de Madrid. Así nació esta bodega situada en Morata de Tajuña, caracterizada por la producción de un vino de alta calidad y por el especial cuidado del viñedo. La bodega dispone de una limitada capacidad de producción y de 28 hectáreas de viñedo propio.
El viñedo de Bodegas LICINIA es un cultivo ecológico en el que no se utilizan tratamientos químicos ni herbicidas. A principio del envero se clarea un 30-60% de la producción y posteriormente se vendimia a mano en cajas pequeñas de 8 Kg seleccionando en el viñedo la mejor fruta. En la elaboración, se enfría la vendimia en cámaras durante 2 días antes de su procesado, para preservar las características de la uva reflejadas en el vino. Finalmente se desechan los racimos que no cumplan estrictamente los parámetros de calidad.
