Tradicional, Trendy, Urbanita, hombres, mujeres… en España hay más de 22 millones de consumidores de vino, con diferentes gustos y hábitos. Un amplio crisol que el OeMv ha sometido a un profundo análisis para brindar al sector las claves para dar en el clavo y ofrecer lo que demanda cada uno
Con el objetivo fundamental de aportar información relevante a través de la investigación de mercados, para facilitar las ventas de las bodegas españolas y fomentar el consumo moderado de vino, el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) con la colaboración del MARM y de la Federación Española el Vino, presenta cuatro estudios que, en conjunto y por primera vez ofrecen una completa imagen del consumidor español de vino.
Del primero de ellos, “Caracterización del consumidor español de vino”, (“genoma español”), realizado por Ac Nielsen, destaca la cuantificación del consumidor y su clasificación en 6 grandes tipos de consumidores perfectamente diferenciados: Tradicional, Urbanita Inquieto, Trendy, Rutinario, Ocasional Interesado y Social. Una clasificación que permite profundizar en su análisis y determinar cómo son, cómo es su
consumo, qué tipos de vinos prefieren y cómo se les puede abordar con la oferta actual y futura.
El segundo estudio, “El consumidor español de vino blanco”, realizado por Research International, incide en el cómo, cuándo y porqué del consumo creciente de este tipo de vino y cuales son sus debilidades y fortalezas frente a sus dos grandes competidores: el vino tinto y la cerveza.
El OeMv, también ha dedicado uno de sus estudios a uno de los nichos de mercado en continuo crecimiento, el femenino. “La mujer y el vino en España”, realizado por Datavin, cuantifica y analiza el volumen de consumidoras españolas de vino que, frente
a la creencia generalizada de sus preferencias por los vinos blancos o rosados, muestra
que seis de cada diez se decantan por el tinto.
Y por último, una mirada al futuro a través del estudio de “Tendencias e innovación en el consumo de vino en España”, realizado por GfK, en el que se muestra a un consumidor ilusionado, entusiasta y seducido por el mundo del vino, pero en el que hay un deseo latente por relajar el peso de la tradición y aceptar nuevas fórmulas que no impliquen ruptura con productos y ritos, sino que, aporten un punto extra de seducción.
Uniendo los resultados de estas cuatro investigaciones, se alcanza un profundo conocimiento de las características y hábitos del consumidor español de vino, y por tanto, de las posibilidades concretas de venta y promoción de las bodegas, distribuidores y establecimientos de restauración, para mejorar su posición ante ellos.
Con este macro‐proyecto, el OeMv cubre el importante déficit que existía tanto de información como de análisis sobre el consumidor español.